terça-feira, 10 de março de 2009

Alba

Mi corazón oprimido 
Siente junto a la alborada 
El dolor de sus amores 
Y el sueño de las distancias. 
La luz de la aurora lleva 
Semilleros de nostalgias 
Y la tristeza sin ojos 
De la médula del alma. 
La gran tumba de la noche 
Su negro velo levanta 
Para ocultar con el día 
La inmensa cumbre estrellada. 

¡Qué haré yo sobre estos campos 
Cogiendo nidos y ramas 
Rodeado de la aurora 
Y llena de noche el alma! 
¡Qué haré si tienes tus ojos 
Muertos a las luces claras 
Y no ha de sentir mi carne 
El calor de tus miradas! 
¿Por qué te perdí por siempre 
En aquella tarde clara? 
Hoy mi pecho está reseco 
Como una estrella apagada.


*Federico García Lorca

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